Hasta el nombre con el que solemos conocerlos suena despectivo. “Segurata”, en lugar de guardia o vigilante de seguridad. Se trata, sin ninguna duda, de uno de los sectores profesionales que peor consideración tienen entre la sociedad, entre sus compañeros, entre sus contratantes y entre sus clientes. Para los policías, son unos esbirros de las empresas privadas que les han arrebatado parte de su poder; para la mayor parte de la gente, el brazo blando de la ley, falsas figuras de autoridad cuyo trabajo lo podría hacer cualquiera.
Leer mas...
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.