Han puesto nombre –han etiquetado– al nada novedoso entramado de intereses económicos y de poder entre cierta clase política y las grandes –y no tan grandes– corporaciones privadas. A través de múltiples técnicas para la comunicación de masas, con preponderancia del storytelling, se ha articulado una narrativa sencilla y acertada pero, a mi juicio, incompleta. Vayamos por partes.
El saqueo de España a manos de corruptores y corruptos ha tenido variadas consecuencias, todas destructivas; especialmente en los ámbitos social y económico (el ético venía dañado de fábrica). En ese impacto múltiple y heterogéneo –como una bomba de racimo– han quedado muy dañadas las estructuras de bienestar social, que han sido deconstruidas –un proceso de demolición, pero más ordenado y silencioso– tras certificarse la aluminosis inducida que las había debilitado. El saqueo de este país es el saqueo a sus ciudadanos. Lleva décadas haciéndose con total impunidad, pero sólo ahora se ha visto el interior podrido del pastel: sólo cuando la ciudadanía dejó de tener las comodidades narcóticas de la clase media acomodada.
Leer mas...
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.