En adelante será una empresa privada, la firma lucense Estudios Técnicos Topysa, quien se encargará de vigilar y controlar el acceso a la playa de As Catedrais, a partir ya del próximo 1 de julio, cuando entrará de nuevo en vigor la limitación a 4.812 visitantes diarios.
La Xunta le adjudicó el contrato y le pagará 119.777 euros, la cantidad que ofertó Topysa, lo que supone una sensible rebaja sobre el presupuesto de licitación, de 150.645 euros (el 80% financiado con fondos europeos).
Topysa también deberá desempeñar las tareas de información y guía que en los dos últimos veranos llevó a cabo personal contratado por la Xunta.
El contrato es para el próximo verano y el de 2018 (los meses de julio, agosto y septiembre) y durante la Semana Santa de 2018 y de 2019.
Topysa se presenta como una firma especializada en ingeniería y medio ambiente. En el pliego de condiciones se indicaba que deberá llevar a cabo el control del acceso preferentemente en las proximidades de la escalera de acceso a la zona del arenal . «En el caso de las otras formas de acceso al monumento natural autorizadas (autobús, tren, taxis, alojamientos turísticos, o cualquier otra que sea concedida) se llevará a cabo un recuento de autorizaciones diarias, no dejando acceder cuando se supere el límite máximo de personas», indicó la Xunta. También deberá editar no menos de 5.000 folletos turísticos sobre As Catedrais y sus alternativas turísticas.
Topysa deberá encargarse de informar a los visitantes sobre la normativa de uso público del monumento natural, gestionar y controlar las áreas de aparcamiento, contabilizar el número de puestos de venta ambulante que se instalan cada día, verificar si hay personas que acceden al monumento natural con embarcaciones o hay tránsito de embarcaciones por la zona, y organizar visitas guiadas al arenal y su entorno.
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