
Un centenar de escoltas han tenido que entregar este viernes sus armas. Lo hacen antes de que lo haga ETA, la banda terrorista contra la que han luchado los últimos 18 años. Se sienten incomprendidos después de haber sido un engranaje más en la lucha antiterrorista. Ellos han protegido a miles de personas, han madrugado, han pasado noches en vela y también han sido amenazados. Incluso mataron a uno, Jorge Díez, el escolta de Fernando Buesa. Su trabajo cierra ahora por cese de actividad.
leer mas en la fuente: lainformacion.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.